Esta casa modernista de la Gran Vía de Barcelona perfectamente conservada acoge hoy una residencia para la tercera edad, pero se construyó para atender niños.
Modernismo sobrio
El arquitecto Pere Falqués proyectó la Casa de la Lactància en 1907 y Antoni de Falguera terminó su construcción en 1913. Es una preciosa casa modernista de fachada de cerámica azul y ventanas neogóticas, sencilla en las formas pero de estilo claramente modernista. En el interior se conservan en perfecto estado los vitrales modernistas, la claraboya del techo, las barandillas de hierro forjado y los arrimaderos de mosaico en cerámica. En la fachada, un relieve escultórico que es una alegoría de la infancia recuerda los orígenes del edificio.
De la infancia a la tercera edad
La Casa de la Lactància se construyó como un proyecto de mecenazgo social para atender y alimentar a los niños desamparados. Era el lugar donde las nodrizas les daban el pecho a niños ajenos a cambio de dinero. Hasta 1980 funcionó como hospital maternal y se lo conocía como la Maternitat.